Mis afables cuatro lectores, les cuento que cuando retomé la escritura de mi blog, y a medida que iban surgiendo mis artículos publicados en este, hubo quien me preguntó que si yo los escribía directamente o los generaba mediante inteligencia artificial, la tan últimamente mentada IA.
Sinceramente, confieso que me sorprendió mucho tal insinuación, y desconozco lo que haya motivado a esa persona a suponer que yo podría estar usando la IA para escribir mis artículos. A quienes realmente me conocen y han tenido la oportunidad de conversar conmigo, esa idea no les cruzaría por la cabeza.
No, no utilizo herramientas de IA para que escriban por mí los artículos que luego publico bajo mi nombre en este blog. Todo lo que ustedes, mis cordiales cuatro lectores, leen en este blog fue meditado, investigado, redactado y corregido por una mente humana: la mía. Escritura al estilo de la vieja escuela —old school—.
![]() |
| Artículos escritos al estilo de la vieja escuela |
Por supuesto, cuando no cuento con material suficiente en mi biblioteca sobre algún tema del que quiera escribir, o se trate de un tema sobre el que sea pertinente buscar información actualizada, entonces investigo usando búsquedas de Google. Nunca he utilizado alguna herramienta especializada de IA, como el célebre ChatGPT. ¿Las usaré expresamente para esto algún día? No. No me interesa.
Siendo un profesional del área de Informática no soy nada ingenuo como para declarar "Nunca usaré la IA", pues sé que las búsquedas de Google la utilizan, así como los videos que me sugiere YouTube, las canciones que me recomienda Spotify y "cree que me pueden gustar", los oportunos mensajes de la aplicación Uber Eats que parece saber exactamente el momento cuando me empieza a rugir la tripa de hambre, sin olvidar los Google Ads que empiezan a aparecerme sin que yo haya hecho una búsqueda en forma en Google, sino que simplemente hablé en voz alta con alguien sobre algún producto que me interesaba (tétrico, ¿verdad?).
Quienes piensen que la IA es el futuro están muy equivocados. La IA es el ahora.
"¿Te preocupa la IA?", es una pregunta que se escucha frecuentemente en muchas partes.
"Estoy más preocupada por la inteligencia humana que por la inteligencia artificial", respondió no hace mucho a dicha pregunta la escritora Fran Lebowitz en una entrevista con su ya famosa agudeza. En este caso, concuerdo con ella. Seguimos buscando vida inteligente en el espacio sideral cuando, en realidad, es más urgente encontrarla en este planeta. Pero bueno, qué le vamos a hacer.
Sobre la IA se dice mucho que nos va a quitar los trabajos, tal como decían nuestros vecinos del Norte sobre los indocumentados que entraban a su país. Y no los veo haciendo redadas para deportar las herramientas de IA. Sospechoso...
Hablando en serio (o al menos intentándolo), si hay algo que en este momento sí me preocupa sobre el uso de la IA son los mentados algoritmos que las empresas tecnológicas han desarrollado, basándose en estudios neurológicos y psicológicos, para influenciar nuestras decisiones. Y esos algoritmos, que son carísimos pues generan ganancias increíbles, se han aplicado a navegadores, redes sociales, páginas de internet y aplicaciones de todo tipo para mostrarnos lo que ellos quieren que veamos.
A ver si me doy a entender: en los inicios de los navegadores, allá por mediados de los años 1990, estas herramientas te traían toda la información que existía publicada en internet en ese momento. Por ejemplo, sería como si necesitaras cierta información y tú fueras a una biblioteca pública y pudieras acceder a todos los libros que hay ahí para investigar. Tú eras quien decidía en qué te ibas a enfocar. Eras tú quien limitaba la información con la que trabajarías.
Pero ahora, la manera en que se diseñan los algoritmos —oh, sí, esto está hecho así con toda la intención— es buscando que únicamente se te presente aquello que quieren que veas, pues lo que se busca es que permanezcas la mayor cantidad posible de tiempo dentro de la página o aplicación que estés usando. Porque eso significa dinero. Por eso el algoritmo sabe más de tus gustos que tú mismo.
Siguiendo con el ejemplo mencionado arriba, ahora sería como si entraras a la biblioteca pública, pero de inmediato cerraran una parte de la biblioteca y solo te dejaran entrar a una pequeña parte de ella que es en la que ya habías estado antes. No eres tú quien ahora limita la información con la que puedes trabajar. Alguien más la limita por ti.
¿Qué es lo grave de esto? ¡Que están limitando tu capacidad de pensar! ¡De conocer de diferentes temas! ¡Diferentes opiniones! ¡Incluso contradictorias!
¿Las consecuencias? Las vemos hoy más que nunca: las opiniones están totalmente polarizadas. Los asuntos se mueven únicamente entre blanco y negro, sin tener la capacidad de ver, no solo un amplio espectro de grises, ¡sino los demás colores, por Dios!
Si piensas que la Tierra es plana, el algoritmo se encargará de mostrarte únicamente información que diga que la Tierra es plana (así como que son unos imbéciles los que digan lo contrario), porque sabe que eso es lo que te gusta y, por lo tanto, te hace quedarte más tiempo en las redes y páginas que concuerdan con tu opinión, y eso significa dinero para los dueños de esas redes, páginas y aplicaciones. Si una de estas herramientas te presentara alguna información que dijera que la Tierra es redonda, tú podrías salirte de esa aplicación y el dueño perdería tu atención, y eso es malo para el negocio. Tome m'ijo, más opiniones sobre lo plano que es nuestro planeta.
Así pues, esto es lo que me preocupa de la IA, y ya lo estamos sufriendo actualmente; no es un problema futuro.
Ahora bien, la IA es una herramienta, como un cuchillo de cocina. En las manos de un niñito es sumamente peligroso, pero cuando está en las experimentadas manos de un gran chef, este puede preparar cosas maravillosas. De la misma manera, si esta herramienta, la IA, cae en manos de gente sin escrúpulos y con mucho dinero, y si no hay todavía leyes locales ni internacionales que permitan capear los peligros que la IA pueda representar, entonces lamento informarles que hay un infante desenfrenado con un cuchillo cebollero, sumamente afilado, corriendo por la casa. ¡Sálvese quien pueda!
Hasta la próxima.

Excelente aporte como siempre amigazo
ResponderEliminar;-)
EliminarTriste pero cierto. Una cosa más: la tierra sí es plana...;D
ResponderEliminarEso fue chiste.
"No descubra, caramba". XD
EliminarEn lo personal estoy usando la IA en mi flujo de trabajo para la recolección de información técnica. Me gusta mucho porque lo que antes te tomaba 1 día de "talacha" y de llegar a la respuesta en la página 24 de Google, ahora lo encuentras más rápido. Lo que me sorprende y a veces me decepciona es que aveces la IA no es tan I... O sea, hay problemas que termino solucionando yo gracias a que ya descarte las soluciones propuestas por a IA y cuando la solución la encuentro con alguna sugerencia... Termino preguntándole ¿Por qué? Eso a acelerado mi ritmo de aprendizaje en ciertas áreas. En fin, como bien dices... Es una herramienta... Pero si no se pone cuidado, puede ser un peligro... En efecto.
ResponderEliminarE.B.
En el trabajo tengo compañeros que usan el ChatGPT para que les ayude a buscar información técnica más rápidamente, y es de gran ayuda, sin duda. Casi es para que busque en manuales más rápidamente lo que necesitan. Pero sí le falla a veces.
Eliminar