Una reflexión sobre el arte | por AmramR.

Un nuevo integrante de esta sección llamada "Crianza en tintero".

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Una reflexión sobre el arte

por AmramR.

El arte nos hace trascender del plano físico, nos obliga a salir de lo carnal por medio de los sentidos humanos. Hace que nuestras conciencias trabajen en fusión con la parte subconsciente de nuestros pensamientos. El artista hace una obra y desprende una parte de su alma y la materializa dejándola plasmada en su escritura, su pintura, su escultura, su canto, su baile, sus reflexiones orales. Y está en su posibilidad y decisión explicar lo que lo llevó a hacer aquella obra, la inspiración que tomó y el significado para él. Entonces podemos decir que esto es el pasado de la obra, es la historia que tuvo que recorrer para llegar a ser lo que estamos percibiendo.

Corresponde a cada individuo darle un significado presente y personal. Aquel que está gustando del arte materializado, fuera del mundo de las ideas, pensará en que aquello le recuerda a una canción que escuchó en su niñez, que mamá cantaba cuando hacía de comer. Al ver una pintura pensará en aquello que le hace sentir energía, felicidad, alegría. Al leer un par de frases y la forma en la que están estructuradas le hará sentir una presión en el corazón que lo ahogará de tristeza por el lejano recuerdo de un amor joven.

Entonces las obras artísticas constan de dos partes: el valor y significado que le da el artista, y el valor y significado que le da el público de manera subjetiva e individual. Lo que para uno es una canción “lenta” o “aburrida”, para alguien más puede representar momentos muy relevantes en su vida.

Al gustar de los distintos tipos de arte es bueno preguntarnos: ¿Qué me hace sentir? ¿A qué me recuerda esto? ¿Siento admiración por la obra o el artista?

Y, más importante aún, al crear algún tipo de arte es imprescindible plasmar un trozo de nuestro corazón en la obra, ya que es algo nuestro, dejando el  pensamiento de agradar a los demás a un lado, ya que así perderíamos ese aspecto personal.

Esto se puede aplicar como analogía a todas las cosas. Uno es el valor intrínseco del objeto, acción, momento o persona, y otro el valor que representa para nosotros, el que le damos de forma individual. 

Por eso el arte es hermoso, es bello e infinito, es eterno, porque vive de forma diferente en cada una de las conciencias.