sábado, 17 de mayo de 2025

Flöw Blanco Espumoso Semidulce | Flöw | s/a | México | Blanco | Semidulce

Mis queridos cuatro lectores, dice el buen libro que Dios le dijo a Abraham (o Abrahán, en castellano, según la RAE): "Escucha a tu esposa" —palabras más, palabras menos—. 

¿Por qué traigo esto a colación? Bueno, es debido a que el vino que se reseñará en esta ocasión lo probamos ya dos veces. Y la segunda ocasión fue para confirmar el maridaje recomendado por mi esposa, Elsa, tras probarlo la primera ocasión. 

Flöw Blanco Espumoso Semidulce

Este vino mexicano es el hermano del tinto espumoso de Flöw reseñado la ocasión anterior (aquí la nota), que sinceramente nos asombró. 

No se diga más y entremos en materia, ¿les parece? Pasemos a la nota de cata correspondiente.

  • Vino: Flöw Blanco Espumoso Semidulce
  • Cosecha: sin añada
  • Productor: Flöw Wines (Instagram: @flow_wine)
  • País: México
  • Región: Valle de Santo Tomás, Baja California
  • Uvas: chardonnay y chenin blanc
  • % alcohol: 10
  • Comentarios: Fermentación parcial, método "cuve close" pero sin añadir azúcar
  • Precio: $450.00 pesos mexicanos (directamente con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: **** (4 de 5)
  • Disfrutado el día: 26 de abril y 3 de mayo de 2025


Vista del vino Flöw Blanco Espumoso Semidulce

Servido en su copa de flauta, para disfrutar viendo a las burbujas en su loca carrera por llegar primero a la superficie, este vino presenta un bonito, limpio, acuoso y diluido color amarillo verdoso.

Su nariz es aromática, con notas de frutas blancas (personalmente, me resaltó el aroma a lichi)  y flores blancas y levemente algo de levadura.

Pero, de nuevo, como su hermano tinto, es en la boca donde se presenta lo mejor. No es tan potente en sabor como su hermano tinto, lo cual es esperado en un vino blanco de estas características, pero no lo demerita en absoluto.

Como dice la etiqueta, es un vino semidulce —les encantará a quienes gustan de vinos "dulcesitos"—, y tiene muy buena acidez, se siente muy viva. Es de cuerpo ligero, por supuesto.

¿Y qué sabores se perciben? Es sumamente frutal —como su hermano; ha de ser de familia—, con notas de durazno, de mango, y algo mineral, que en lo personal me gustó.

Aunque este es un vino muy sabroso que, sin problema, se puede disfrutar así solito, sin comida, como para tomarse una copita de este vino enfriado, en un día caluroso, vamos a hablar del maridaje de esa ocasión.

La primera vez que lo probamos, fue para acompañar un postre casero que el buen Salvador Costa, de La Boquería, me contó que le preparaba su abuelo, de origen catalán. Quizás luego les pase la receta.


En esta ocasión, no me quedó bien el maridaje, sino que más bien fue un "arrejuntaje". Mea culpa.

Pero Elsa, con su inquieta mente gastronómica, se le ocurrió traer una hoja de nori seca y lo probamos juntos. Mmm, nada mal.



En ese momento, quedó decidido darle una segunda oportunidad de maridaje a este vino. Así que, ni tardo ni perezoso, le mandé un mensaje a Osvaldo Tinoco y le pedí que me separara otro par de sus vinos espumosos.

La revancha estaba acordada.



Flöw blanco espumoso con sushi "mangoso" y con nori

Elsa escogió los rollos de sushi de Nikkori para la revancha de este vino. Los elegidos: el Rollo Mangudo (por dentro: camarón, aguacate y queso crema; por fuera: cubierto con mango), y el Rollo Marco (por dentro: arroz frito, aguacate, queso crema y camarón capeado; por fuera: capeado con salsa de anguila).

¿El resultado? ¡Este sí que fue un buen maridaje! 

Ven, les digo que mi "marida" sí marida. ;-)

La clave en ambos casos fue, a mi parecer, el mango de uno de los rollos (Osvaldo me comentó después que este vino queda bien con ceviche con mango), y el nori horneado, del que siento se acentuó su sabor debido a esa nota mineral que tiene.

Ah, pero faltaba el postre. Digo, ya entrados en gastos, vamos a maridar eso también, ¿no?


Flöw blanco espumoso con unos pastelitos de Panyoli

De los mini pasteles de la pastelería Panyoli, escogimos el mostachón de mango y el cheesecake de limón, para probar.

¿Adivinen cuál le quedó mejor a este vino? Exacto: el mostachón de mango. De hecho, le quedó buenísimo.

"Escucha a tu esposa", resonaba en mi cabeza. Me alegro de haberlo hecho. 

Este vinito, como su hermano, está buenísimo, y le doy 4 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

Como les dije en el artículo anterior, mándenle un mensaje de Whatsapp a Osvaldo al celular (+52) 81 1807 0815, antes de que se le acabe.

Hasta la próxima.


domingo, 11 de mayo de 2025

Flöw Tinto Espumoso Semidulce | Flöw | s/a | México | Tinto | Semidulce

Continuamos con las notas de cata, mis cuatro lectores entrañables. En esta ocasión, toca el turno a un vino que se cuece aparte. O sea, aunque sí he probado antes vinos tintos espumosos semidulces, este vino no se parece a nada que haya conocido.

Flöw Tinto Espumoso Semidulce

Y, si acaso, por leer que se trata de un vino tinto espumoso semidulce, llegáramos a pensar como Robin, podríamos merecer la corrección de Batman.

Wine slap!


No, mis queridos lectores, nada que ver con un Lambrusco ni con un Brachetto D'Aqui ni nada que pueda parecernos similar.

Tuve la oportunidad de platicar recientemente en persona con Osvaldo Tinoco (Instagram: @tinocosommelier), sommelier y productor de estos vinos mexicanos Flöw (Instagram: @flow_wine), quien me explicó que este vino fue elaborado mediante el método "Cuve close" (donde la segunda fermentación se realiza en un tanque de acero inoxidable, ahí se forma la burbuja) y con la técnica de fermentación parcial (no se completa la fermentación alcohólica, dejando así una parte de azúcar de la fruta sin ser consumida por las levaduras). PERO —permítaseme el uso de las mayúsculas para dar mayor énfasis— sin "charmatizar", es decir, sin añadir azúcar, algo común en el método Cuve close. Osvaldo y su equipo, tras mucho intentos, consiguieron que la segunda fermentación se realizara con el azúcar propio de la fruta, la uva. Todo un logro.

Y eso, precisamente, es lo que hace muy diferente a este vino tinto espumoso semidulce.

Pasemos, pues, a la nota de cata.
  • Vino: Flöw Tinto Espumoso Semidulce
  • Cosecha: sin añada
  • Productor: Flöw  (@flow_wine)
  • País: México
  • Región: Valle de Santo Tomás, Baja California
  • Uvas: zinfandel, merlot, shiraz y malbec
  • % alcohol: 10
  • Comentarios: Fermentación parcial, método "cuve close" pero sin añadir azúcar.
  • Precio: $450.00 pesos mexicanos (directamente con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: ***** (5 de 5)
  • Disfrutado el día: 26 de abril de 2025

Por tratarse de un vino espumoso, obviamente lo servimos en copas de flauta.

Vista de Flöw Tinto Espumoso Semidulce


Es de mediano color rubí, limpio y brillante (como se sirve frío, la copa se opaca un poco). La burbuja, por supuesto está presente. 

En nariz presenta aromas de moderada potencia, dando una engañadora nota a sangría.

¡Ah!, pero en la boca... es otra historia. Obviamente, es semidulce; con una acidez suave y de cuerpo ligero. Pero es de sabor potente, y lo que sobresale es su frutalidad, por supuesto a uva, pero es un sabor que te llena toda la boca, y deja en el retrogusto una nota como perfumada. Es algo sorprendente, no sé cómo explicarlo de otra manera.

Aunque tiene 10 grados de alcohol, éste se siente tan bien integrado, y es tan agradable el vino, que te acabas la botella sin darte cuenta; es en serio. Su nota semidulce, muy particular, y su acidez, crean una combinación increíble.

Nosotros, en esta ocasión, acompañamos este vino con un salmón, con un espagueti con pesto de arúgula, y una focaccia casera que nos trajeron unos queridos amigos. Le quedó bastante bien.



Ah, y para el postre, esos amigos también nos regalaron unos dulces muy especiales: traídos desde Japón, se llaman Sagu Langue de Chat (lengua de gato) y son de chocolate con vino de Hokkaido. Son una delicia. Y con este vino tinto espumoso semidulce quedaron de perlas.



Osvaldo Tinoco, el productor, me comentó que este vino también ha quedado bien con los siguientes maridajes: tacos de trompo, tacos de pastor, lechón, pulpo zarandeado, pizza de peperoni (platillos ligeramente salados), entre otros. Y respecto a postres: con chocolates amargos y semiamargos, como un postre tipo fondant de chocolate que dentro tiene chocolate semiamargo.

Sinceramente, este vino me dejó sin palabras, y le doy 5 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

Es un vino que tienen que probar. Se los recomiendo ampliamente. Mándenle un mensaje de Whatsapp a Osvaldo al celular (+52) 81 1807 0815, antes de que se le acabe.

En la próxima nota, hablaremos de su vino blanco espumoso.

Hasta la próxima.



sábado, 10 de mayo de 2025

Don Miguel Ángel de Santiago Zabala | Todo un gran caballero del vino en Querétaro

Mis queridos cuatro lectores, les confieso que, este artículo que leen en este momento, me sentí impelido, impulsado, literalmente empujado a escribirlo, pues me vengo enterando de que ya no trabaja para Viñedos La Redonda uno de los más ilustres personajes que mi esposa y yo hemos tenido el placer de conocer en el mundo del vino: don Miguel Ángel de Santiago Zabala.

Elsa y yo con don Miguel Ángel de Santiago Zabala
—15 de junio de 2008—

Don Miguel Ángel era el Director Técnico de Viñedos La Redonda, su enólogo, en el momento en que lo conocimos.

Tarjeta que él mismo me entregó


Y, como lo dice el título de este artículo, es todo un caballero. ¿Por qué puedo decirlo? Por el trato que don Miguel Ángel obsequiaba, aún y cuando —fíjense, por favor, en esto— hubiera disensión (no estar de acuerdo) con lo que algunos pudiéramos opinar de algunos de los vinos de La Redonda. Es decir, de su trabajo.

Hoy día, la gente se ofende con suma facilidad. Pero, ¿qué hace todo un caballero al escuchar una opinión desfavorable? Abre la conversación y, de manera educada , presenta sus puntos sobre el desacuerdo, no sin antes agradecer que se tome en cuenta el trabajo que está haciendo.

Eso, damas y caballeros, es ser un caballero, es tener gracia en su sentido más esencial.

Quiero compartirles tan solo unos breves ejemplos del intercambio epistolar —en este caso, mediante correos electrónicos— que llegó a tener don Miguel Ángel con quien esto escribe.


Den clic en la imagen para ampliarla.

Los invito a leer completa la serie descargando estos documentos, que pongo a su disposición.






Durante todo el tiempo en que me mantuvieron abducido los extraterrestres, no he vuelto a tener contacto con don Miguel Ángel, pero eso no impide que pueda recordarlo con mucho respeto y total aprecio por lo que hizo por el vino mexicano, y específicamente, por el vino de Querétaro.

Me agrade ver que, en su cuenta de Facebook, tiene como foto de perfil una que yo publiqué en mi anterior blog.

Su foto de perfil


La foto original: IMG_3005.JPG


Precisamente, es esta.

Así la publiqué en mi anterior blog


Esta foto la tomé cuando estuvimos en el Festival Italiano que organizó Viñedos La Redonda, el 15 de junio de 2008, y él dirigió la cata de sus vinos.


Recuerdo que esa vez, don Miguel Ángel dejó bien claro y remarcó que "el vino se hace únicamente de uva". Y parafraseándolo, agregó: "La única persona en la historia que ha hecho vino de otra manera fue Jesucristo". Totalmente de acuerdo con sus dos aseveraciones.

Disfrutamos mucho de los eventos de La Redonda, sobre todo por el ambiente tranquilo que se respiraba. Ese evento de Festival Italiano, fue una delicia.


Con mi playera de la selección italiana
¡Forza azzurri!










Cuando organizaron el Primer Festival de 100 Vinos Mexicanos, en marzo de 2010, ahí estuvimos.


Estuvimos en el primero.



Don Miguel Ángel de Santiago en la apertura del evento.
A su lado, la famosa sommelier mexicana Pilar Meré.


Los peshoshos


La primera visita.



¿Hace cuánto conocemos a Viñedos La Redonda? Pues, en ese entonces, aún no tenían equipo para elaborar los vinos en La Redonda, sino que se los elaboraban en Freixenet de México, que no está lejos de ahí. Desde entonces.

Elsa y yo conocimos La Redonda en agosto de 2007, aprovechando un viaje que hicimos a la ciudad de Querétaro, pues las asambleas de distrito de congregaciones en inglés se hacían ahí.

Sus recorridos no eran para nada como los de ahora.


Eliel dándonos la explicación.

Esa vez, recuerdo bien, sólo estábamos mi esposa y yo, junto con otra pareja, recibiendo el recorrido y la explicación de parte de uno de los jóvenes agrónomos de ahí. Su nombre era Eliel, si mal no recuerdo. Ah, ¿y cuánto creen que duró el recorrido? ¡Dos horas!, ni más ni menos. Súper completa, la verdad.

Y, claro, probamos todos los vinos que pudimos, los que ofrecían en la degustación pagada.



Personalmente, desarrollé un cariño especial por Viñedos La Redonda, por ser la primera vitivinícola que visité —así es, la conocí antes que a Casa Madero, la cual tengo más cerca—. 

De hecho, la foto que mandé a la revista Vinísfera para que publicaran en su sección de Colaboradores, fue precisamente de mi visita a La Redonda.





Y, como buen promotor del vino mexicano, traje vinos de La Redonda desde Querétaro a Monterrey, y los compartía con los entusiastas del vino, para que los conocieran, que les dieran una oportunidad. Si no, ¿cómo los iban a conocer? Era parte de mi apostolado de vinangelización sobre vino mexicano.


El vino mexicano representado en la mesa


También me llevaba una botellita para disfrutar en las vacaciones, digamos, en una cabaña, al lado de la chimenea encendida.





Pero, todo esto que les he compartido, mis entrañables cuatro lectores, no hubiera sido posible sin el esfuerzo ni la experiencia, pero sobre todo, sin el trato humano, el trato de caballero recibido de parte de don Miguel Ángel, a quien dedico este artículo.

Me pongo de pie y me descubro ante personas, como don Miguel Ángel, a quien le deseo todo lo mejor en su vida, y agradezco que nuestros caminos se hayan cruzado en este mundo.

Espero que muchos de los nuevos enólogos tengan la madurez y la decencia de don Miguel Ángel de Santiago Zabala.

Hasta la próxima.

PD.- Si alguno de ustedes tiene el email o celular de don Miguel Ángel, por favor compártamelo en un correo a rafaibarra72@gmail.com. Mil gracias de antemano.




jueves, 8 de mayo de 2025

Shimul 440 | Vinos Shimul | 2020 | México | Tinto | Seco

"¿Y las notas de cata, apá?", quizás era lo que se estaban preguntando ustedes, mis siempre apreciados cuatro lectores. Pues bueno, retomo la publicación de reseñas con este vino mexicano del ingeniero Álvaro Ptacnik, a quién ya he mencionado en este blog (aquí la nota). 

Pero, para que vean cómo los quiero, condenadotes, va de pilón la reseña del aceite de oliva marca Shimul. Eh, qué tal. Sin retrasar más la reseña, procedamos.

Shimul 440 cosecha 2020

Obviamente, primero probé el aceite de oliva Shimul, el cual pedí junto con los vinos directamente a Miren, la hija del Ing. Álvaro. Si recuerdan —y si no, yo les refresco la memoria—, publiqué una nota sobre cómo se cata el aceite de oliva (aquí la nota), así que seguí esos pasos.


Aceite de oliva marca Shimul

Como comentario, es necesario mencionar que este aceite fue elaborado con tres variedades de olivas o aceitunas: manzanilla, misión y nevadillo. Además, este es de los aceites de excelente calidad, pues fue obtenido mediante extracción en frío.


Vista de aceite de oliva Shimul

Este es un aceite de pálido color ámbar, limpio, brillante y cristalino. Es aromático, con notas de cera de abeja y pasto. Y en la boca tiene mucho cuerpo, y mucho sabor, destacando notas de zacate, de paja, de la aceituna en fruta, y dejando una sensación de picor al tragarlo, en el retrogusto. Tiene personalidad este aceitito: no desaparece sin dejarte un recuerdo de su sabor.

Es de muy buena calidad, y sin duda quedaría muy bien con el vinagre balsámico para remojar el pan artesanal, acompañando un quesito y... el vino, por supuesto.

Pasemos a la nota del vino en sí.

  • Vino: Shimul 440
  • Cosecha: 2020
  • Productor: Vinos Shimul (shimul.net)
  • País: México
  • Región: Valle de Guadalupe, Baja California
  • Uvas: dolcetto y petite sirah
  • % alcohol: 13.9
  • Comentarios: No filtrado, no estabilizado
  • Precio: $470.00 pesos mexicanos (directamente con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: ***** (5 de 5)
  • Disfrutado el día: 13 de abril de 2025


Antes de continuar, les vuelvo a recordar que ya publiqué una nota donde el mismo Ing. Ptacnik explica lo que significa el que sus vinos digan en la contraetiqueta "No filtrado, no estabilizado" (aquí la nota). Es muy relevante en este caso.


Shimul 440 destapado

¿Qué nos presentó este "vino musical"? Y es que, además de los audífonos que aparecen en la etiqueta sobre el logo de Shimul, la contraetiqueta identifica este vino como "en ritmo y afinado". 


Vista de Shimul 440 cosecha 2020

Fíjense bien en la imagen de arriba: aunque este vino dice que no fue filtrado ni estabilizado, ¿acaso notan ustedes alguna grotesca partícula suspendida, o sedimentos, o siquiera que se vea turbio el vino? ¡Para nada! Lo que podemos disfrutar en vista es un mediano color rojo ladrillo, que se muestra limpio.

La nariz es muy aromática, dejándonos disfrutar de los aromas a la frutilla roja con cierto "dulzor" (entre comillas, pues lo dulce se percibe en boca), pero sin que llegue a la nota de ciruela pasa. Parece más bien un perfume frutal y especiado que, si se me permite la expresión, te relaja, como si te abrazara.

Pasando a la boca, es un vino seco, con cuerpo ligero, taninos suaves, ligeros y cuya acidez se siente vivaracha. El peligro es que te acabas la copa sin darte cuenta. Es sumamente agradable.

Pero no se confundan; el sabor de este vino se inclina más hacia lo potente. Sus notas de frutillas roja son notorias. Recuerda a la compota artesanal de zarzamora de aquel café llamado Abuela Vaca que estaba por Plaza Morelos.

Y miren, les voy a decir algo que he escuchado decir a algunos aficionados al vino que han probado los de Shimul: "sus vinos se sienten demasiado golosos; casi se pueden cortar con cuchillo". Pues, fijense que, respecto a este vino, como decía Adal Ramones, "pues... ¡no es cierto!". Al menos, con este Shimul 440, se siente un vino gentil, amable, agradable y fácil —que no es lo mismo que simplón, eh—. Y esa fue la idea de su creador, el Ing. Álvaro, y lo logró. 

Es un vino bien balanceado, donde el alcohol de 13.9% está muy bien integrado en la botella, y no molesta, ni resalta, ni pica, ni nada.

Yo le doy 5 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

Ahora sí, a disfrutarlos juntos: aceite y vino Shimul

Aún tengo un buen arsenal de vinos que compré directamente con ellos. 

¡Ah!, se me olvidaba: les tengo una muy buena noticia: la tienda de vinos La Boquería (Instagram: @laboqueriavinos) de mi buen camarada Salvador Costa Artigas, empezará a vender al menos cuatro de los vinos Shimul: Blanco Natural, Yumano, Albarolo y este Shimul 440. 

Si les interesan, pueden llamarle o mandarle un mensaje de Whatsapp al número (+52) 81 1916 9239.

O pueden ir a la tienda ubicada en Río Amazonas 111, Del Valle, 66220 San Pedro Garza García, N.L.

Sin duda disfrutaré de los demás vinitos Shimul que tengo en cava esperando. Mientras tanto...


Hasta la próxima.



sábado, 3 de mayo de 2025

Eslem Torres García | De cómo el jocoso Mr. Moustache se convirtió en Maestro Cervecero

Mis queridos cuatro lectores, voy a iniciar este artículo con una pequeña historia.


LO QUE USTEDES VAN A LEER A CONTINUACIÓN ESTÁ

BASADO EN LA VIDA REAL.


(ÚNICAMENTE LOS HECHOS FUERON CAMBIADOS)


Érase una vez un wineblogger que, algo cansado del mundo del vino —o más bien, de la actitud de alguna gente alrededor de éste— decidió buscar nuevos horizontes llenos de esperanza y alegría, las cuales había perdido en buena parte del camino. 

¿Qué fue lo que nuestro wineblogger, flaco —aún—, ojeroso, cansado y sin ilusiones, divisó en el panorama? 

"Mmm, cerveza". (Puntos extras si lo leyeron con la voz de Homero Simpson).

Así que, este apóstol de la vinangelización, empezó a buscar información sobre la cerveza, y llegó a tal grado que, en la revista especializada en vino llamada Vinísfera [año 2, número 11], se publicó su artículo "Tour cervecero"

Pero, ¿encontrará nuestro protagonista en el mundo de cerveza aquella alegría, ese gozo que había perdido por bloguear?

El destino —y Google— quisieron que nuestro vinangelizador diera con una página web, más específicamente con un blog, que escribía sobre cerveza. 

Su nombre: In Cervesio Felicitas [incervesio.blogspot.com].

(Nota al pie de página: Como la palabra "Felicitas" está en latín, se pronuncia acentuando la primera letra i, es decir: Felícitas. Gracias por su atención. Prosigamos.)

¿Qué encontró en ese blog cervecero? ¿Acartonamiento? ¿Términos técnicos insufribles? ¿Esnobs? ¿Pose en vez de goce (tomado de la frase del buen René Rentería: "Más goce y menos pose")? 

¡Para nada! ¡Todo lo contrario! Con un lenguaje silvestre, animado, pero sobre todo jocoso, descubrió porqué el autor de ese blog, Eslem Torres García, mejor conocido en ese momento como Mr. Moustache, puso dicho nombre al blog "In Cervesio Felicitas", que en español significa: "En la cerveza está la felicidad".

(Otra nota al pie de página: En el mundo del vino se usa la frase en latín "In vino veritas", que quiere decir en español "En el vino está la verdad". Gracias por su atención. Prosigamos.)

Y así fue como el wineblogger de esta historia, revitalizado por lo que leía en ese blog, y por los comentarios que el buen Eslem le respondía gustoso de compartir sus conocimientos, recobró la fe en la humanidad.

Y así nació una muy buena relación con mi camarada Eslem, la cual continúa hasta estos días. De hecho, el buen Temo Villasana y yo nos reunimos un montón de veces con Eslem y su roomie (ahora compadre) Jesús Leos —Leos del mal para sus amigos y enemigos— a probar un resto de cervezas de los más diversos estilos.

Sí, el wineblogger de esta historia era yo.

Temo Villasana (izq.), Eslem Torres (centro) y yo merengues (der.).

(Servicio a la comunidad: si alguien sabe dónde anda el buen Temo, por favor pásenme su celular, email, telex, lo que sea, para poder contactarlo. Gracias de antemano.)

Temo Villasana (izq.), Jesús Leos (centro) y Eslem (der.).
disfrutando de la Vielle Provision Saison Dupont (Belgian Farmhouse Ale)
en tamaño Champaguama.

Fin.


En verdad, considero una gran fortuna el haber conocido al buen Eslem, a quien además pude apoyar en una intensa campaña de cervangelización, con lo cual adquirí un segundo apostolado.

(Pauso un momento, a ver si no me cae un rayo del cielo. Todo en orden. Prosigamos.)

Y es que Eslem se empezó a preocupar cuando el esnobismo empezó a infiltrarse en el mundo de la cerveza. 

Peligro latente: el beer snob

¿Y qué hizo el jocoso Mr. Moustache —alter ego de Eslem— para contraatacar? Algo de lo que mejor sabe hacer: usar la ironía y el sarcasmo.


Eslem siempre ha sido generoso —que su alter ego arrogante no los confunda, amigos: Eslem es de esos que se quitan la camisa para dártela si te ve en necesidad, neta—, por lo que en su curso incluía un diploma para que te sintieras soñado de haberlo terminado y estar graduado.


Dale clic en la imagen para aumentar el tamaño.


Creo que el formato en PDF ya no está en el blog de Eslem, pero aquí se los comparto —ya saben, los de Informática guardamos backup de todo ;-) —.




¡Y vaya que hubo interesados en graduarse de este curso! Tuve el gusto de ayudar en esa campaña de cervangelización. Y para muestra, algunas fotos.

No salgo yo porque fui quien tomó las fotos, jejejeje.



Gracias al mundo de la cerveza, además del buen Guffo Caballero, conocí al ilustrador Mudo Vzz (ahora dueño del bar Cheve Craft) y al Eduardo "Paztor" González.


Da clic en las imágenes para aumentar el tamaño.


(Una nota más al pie de página: Cuando algo realmente me interesa y los involucrados son gente honesta, me comprometo a fondo. En verdad que te gustaría tenerme en tu equipo. Después de este autocomercial, prosigamos.)

Y pues, ya saben, el resto es historia. Empezaron los artículos promocionales, las giras, la firma de autógrafos, etcétera.

Mis vasos de colección.

Esta playera oficial (de mi colección) aún transpira la ironía de Mr. Moustache
(prometo lavarla más seguido, pero no creo que se le quite)


Y, ya saben, todo el mundo de la cerveza estaba así:



Y así fue como Eslem, de la noche a la mañana, se volvió millonario y uno de los jóvenes más codiciados de Monterrey.

¡JA JA JA JA JA JA JA JA! Casi estoy seguro que Eslem está azotado en el suelo en este momento. No sé si de risa o por la cruda de anoche, pero lo está. Sorry, pero la jocosidad se contagia.

No, ya en serio, ¿cómo le fue a este muchacho y, más importante, por qué le entró a esto de la cerveza? 

Pero empecemos por el principio, shall we? En la entrevista que me aceptó el buen Eslem, en las instalaciones de su actual casa cervecera llamada Huerca (cervezahuerca.com), al preguntarle por su lugar natal me aclara que, aunque muchos creen que nació en Ciudad Valles, San Luis Potosí, él nació en Tampico, Tamaulipas, pero desde los 2 años vivió en Ciudad Valles. Así mismo, de inmediato hace otra aclaración pertinente: "Yo no soy de Ciudad Valles, San Luis Potosí; San Luis Potosí es mío". Así que, amigos potosinos, ya saben a quién reclamarle —en horario de oficina, por favor—. 

Instalaciones de cervecería Huerca

Instalaciones de cervecería Huerca

Instalaciones de cervecería Huerca


Continuando con el inicio de su historia, Eslem se vino a Monterrey desde sus primeras 16 primaveras para estudiar en FIME, de la UANL, donde se graduó de Ingeniero en Electrónica y Automatización. 

¿Y cómo fue que un estudihambre universitario con espíritu foráneo terminó interesándose en cervezas extranjeras de sabores complejos, en vez de ponerse hasta las chanclas cada fin de semana —como dicta el protocolo— con las agüitas amargas de las macrocervecerías nacionales?

Todo fue gracias a que su roomie (ahora compadre), Jesús Leos, mejor conocido como Leos del mal por sus amigos —y también sus enemigos—, le contó de una cerveza que tenía que probar sí o sí: la Carolus, de Bélgica. Estando en su cuarto o quinto semestre de carrera, y una vez que la pudieron encontrar en Monterrey, a Eslem le gustó mucho y fue el momento en que se preguntó: ¿y por qué sabe diferente a las demás cheves? Probando más cervezas en un Wings Army, como las Minerva y la Duvel en tamaño champaguama, se preguntó: ¿qué tienen de especial?

Y a partir de ese momento, y gracias a Google, Eslem empezó a buscar toda la información que pudo sobre las cervezas, las levaduras que usan, los insumos, el azúcar, etcétera.

De esta manera, este estudiante universitario prefirió gastarse su dinero en cerveza que valiera la pena: 200 pesotes de aquel entonces se le iban en tres cervezas de la calidad de una Carolus, en vez de un 12 o un 24 de Tecate. Se consiguió material para estudiar sobre los diferentes estilos de cerveza que había en ese momento, es decir, como Eslem mismo dice, "se clavó" en esto de la cerveza.

Ah, claro. Y como todo buen entusiasta que se toma en serio su afición, Eslem empezó a hacer cerveza en su casa, con materiales un tanto rudimentarios, pero a veces le salía bien y otras no tanto, pero el ánimo y el deseo nunca se perdió, sino al contrario, fue aumentando hasta que llegó a ser actualmente el Maestro Cervecero de Huerca. Eh, qué tal.

Eslem me dio todo el recorrido por la planta de esta microcervecería, explicándome a detalle todo, desde los insumos que se utilizan —entre ellos y orgullosamente, agua de pozo del meritito Cerro de la Silla, i 'ñor—, hasta todo el equipo con que cuenta esta microcervecería.

Insumos


Equipos


Y más equipos



Por cierto, a Eslem no le agrada el término "cerveza artesanal", pues piensa que es una mala traducción de craft beer, donde craft se traduce más bien como una manualidad, pero... ¿cerveza manual? No suena atractivo en absoluto. ¿Cómo prefiere identificarlas él? "Cerveza de microcervecería", es su respuesta. Pero reconoce que está difícil cambiar el concepto así que, ni modo, llegó para quedarse.

Y, ¿qué cervezas ha estado elaborando en la actualidad? Pues las que se pueden encontrar en las tiendas HEB con la marca Huerca, por supuesto. Algunos restaurantes también ya las tienen, como la cadena de tacos Atarantados. Pregunten por las huercas.

Les presento a las cuatro huercas de Eslem

Ah, pero bajo su propia marca registrada, también elabora la cerveza Felicitas (acuérdense, es felícitas, eh), con la que ha realizado estilos muy variados, y personalmente he tenido la oportunidad de disfrutar —y de compartir este disfrute—. Estas son algunas.




La cerveza "Que no se apague la lumbre", hecha en colaboración para Neo Leon , la he probado ya dos veces. Buenísima.


Bien creisis estas cheves, jejejeje.


(Ootra nota al pie de página: Las cheves de Eslem, de su marca Felicitas, se estrenan en el bar Cheve Craft, del Mudo, así que les recomiendo seguir Cheve Craft en redes sociales para que se enteren (Facebook, e Instagram).

Como dice mi buen amigo Kike, fue un verdadero agasajo compartir esta oportunidad con el buen Eslem, que además de saber mucho de cerveza, y ser todo un Maestro Cervecero, es una gran persona. Él admite que le gusta hacer sentir bien a la gente y, en verdad, lo demuestra. 

Dice una frase: 

Una persona auténtica 
es difícil de encontrar, 
pero fácil de identificar.

Y el buen Eslem Torres García es así, auténtico, legal; es neta.

Yo no brindo —debido a mis creencias religiosas—, pero sí puedo disfrutar de una buena cerveza, la Huerca Güerita (la cual insisto que sabe a la Carta Blanca que bebía mi papá), y desearle el mejor de los éxitos al buen Eslem, quien ha demostrado que con trabajo arduo, plena convicción, y sobre todo, integridad —algo raro en estos tiempos—, se puede lograr alcanzar a hacer lo que realmente quieres. 

Huerca Güerita, como la Carta Blanca de antaño.


Mucho éxito mi estimado Eslem. Y avísame cuando vayas a sacar alguna cheve nueva y jocosa. Ahí estaré.




Hasta la próxima.


PD.- Ningún oso fue lastimado durante el proceso de elaboración de este artículo.
(Chiste que sólo Eslem y algunos otros entenderán)