domingo, 30 de noviembre de 2025

1877 Chianti DOCG | Ruffino | 2020 | Italia | Tinto | Seco

Mis expectantes cuatro lectores, hoy les hablaré de mi primer amor... pero en el mundo de los vinos tintos secos. Así es, se trata del primer vino que me cautivó y que siempre estará en la lista de mis vinos favoritos: el Chianti de la bodega Ruffino.

1877 Chianti DOGC 2020


De hecho, allá por diciembre del año 2007, Juan Sotres pidió en su blog Vino para principiantes que sus seguidores le mandáramos una foto para publicarla en su página. La condición era que apareciéramos con un letrero que dijera Vino para principiantes y con la botella de nuestro vino preferido. Aquí abajo les comparto la foto que mandamos Elsa y yo hace 18 años. Ella sostiene un vino chardonnay de Borgoña y yo un Chianti Ruffino de Italia.

Diciembre de 2007

Aún está disponible la página con la foto en este momento en la siguiente ligaEste es el collage que armó Juan con las fotografías enviadas.


¿Cómo le habrá ido en la evaluación a este magnífico vino? Sin más parcialidad, digo, tardanza, procedamos con la nota de cata.


  • Vino: 1877 Chianti DOCG
  • Cosecha: 2020
  • Productor: Ruffino (ruffino.it)
  • País: Italia
  • Región: Chianti, Toscana
  • DOCG: Chianti
  • Uvas: 70% sangiovese, 30% restante de cabernet sauvignon, merlot y otras complementarias
  • Comentarios: fermentación en tanques de acero inoxidable y concreto (hormigón)
  • % alcohol: 12.5
  • Precio: $289.00 pesos mexicanos (en Soriana)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: ***** (5 de 5)
  • Disfrutado el día: 15 de marzo de 2025

Permítanme aclararles brevemente, mis bien aplicados cuatro lectores, unas dudas que suelen surgir al hablar de este tipo de vino:

  1. Chianti no es la uva con que se hace este vino. Chianti es una región italiana dentro de la hermosa Toscana, en el centro de Italia.
    1. El nombre se pronuncia quianti, con el acento prosódico (mayor intensidad de sonido) en la letra a.
  2. La uva principal con la que se elaboran los vinos Chianti es la sangiovese, cuyo nombre significa Sangre de Júpiter (siendo Júpiter el máximo dios romano; equivalente al Zeus griego). Se pueden utilizar otras uvas además de la sangiovese, como la cabernet sauvignon, la merlot y la syrah entre otras.
  3. Chianti es una DOCG que significa Denominazione di origine controllata e garantita. Esto la protege de que no cualquiera le pueda poner a sus vinos el nombre Chianti. Sería el equivalente a denominaciones de origen tales como Rioja, Ribera del Duero, Champaña, Borgoña, etc.


Ahora sí, volviendo al vino, empecemos por la vista: el color es un granate, limpio y cristalino.

Vista de Ruffino Chianti DOCG 2020 

En la nariz disfrutamos de un aromático vino que denota frutilla roja, algo mentolado y una muy ligera nota a cuero, aunque este vino no pasó por barrica.

Lo que nos embelesa en boca son esos sabores de frutos rojos que, junto a unas notas especiadas, redondean el cuerpo ligero y los taninos suaves de este vino seco (no dulce) cuya columna vertebral es, sin duda, su magnífica acidez que es la principal característica de la sangiovese. Y si recuerdan, mis asiduos lectores, este artículo sobre maridaje (den clic aquí para leerlo) explica que la acidez se sublima con acidez. En este caso, la salsa de tomate de la pizza, que es ácida, se sublima con la acidez del vino Chianti. Por eso su maridaje natural es con una pizza o una pasta que tengan salsa de tomate. Es maridaje regional italiano. ¡Mamma mia!

Como siempre, este vino es completamente redondo, sin aristas que lo desbalanceen.

Este vino merece 5 sobre 5 en mi Relación Precio Calidad.

En esta ocasión, el maridaje fue una pizza a la leña que tenía queso mozzarella, tomate —obviamente—, queso feta, aceitunas y espinaca baby. Bocato di cardenale.

Chianti y pizza, maridaje hecho en el cielo

Si les gusta la pizza y nunca han probado este vino, no deben de dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo.


Es bueno saber que mi primer amor se mantiene intacto.


Hasta la próxima.


Rumorosa | Vinos Shimul | 2021 | México | Clarete | Seco

Mis siempre observadores cuatro lectores, ya sé lo que van a decir tan pronto vean el color de este vino: ¿Pues no que ya no ibas a publicar notas de vinos rosados este año, como dijiste en el artículo anterior? (dar clic aquí para leerlo).

Calmantes montes, alicantes pintos, pájaros cantantes. Lo dije y lo cumplo. El de esta ocasión no es un vino rosado, sino un vino clarete. Ah, verdad. Aunque puedan a veces lucir similares en la copa no son lo mismo ni se elaboran igual. Si quieren saber cuál es la diferencia entre ellos, los invito a leer la explicación dando clic en esta liga.

En realidad, este no es un estilo muy común. Son sumamente pocos los vinos de este tipo que he probado (si acaso, recuerdo solo dos).

Pero bueno, ¿cómo le fue a este vino mexicano de la bodega Shimul, ya reseñada en este blog? Veamos.

Rumorosa 2021

  • Vino: Rumorosa
  • Cosecha: 2021
  • Productor: Vinos Shimul (shimul.net)
  • País: México
  • Región: Valle de Guadalupe, Baja California
  • Uvas: misión
  • % alcohol: 13.0
  • Comentarios: clarete ensenadense
  • Precio: $400.00 pesos mexicanos (directamente con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: **** (4 de 5)
  • Disfrutado el día: 13 de julio de 2025

Antes de iniciar, quisiera hacer el apunte de que este vino recibe su nombre en honor a una comunidad del municipio de Tecate, en el estado mexicano de Baja California que se llama La Rumorosa (la nota de Wikipedia la leen aquí), aunque hay también, por esa zona, una autopista —muy peligrosa— a la que llaman de la misma manera. Tuve la oportunidad de transitar por ahí en diciembre del 2009. El paisaje luce como si estuvieras en el planeta Marte. Es impresionante.

Autopista La Rumorosa, Baja California, México

Regresando a la nota de cata, les menciono que este vino muestra en la copa un tenue color rojizo comúnmente conocido como piel de cebolla (más adelante les indico a qué cebolla se refiere). El color se presenta limpio y brillante.

Vista de Rumorosa 2021

Este de abajo es el color piel de cebolla al que tienden los vinos clarete habitualmente.

Color piel de cebolla

Pasemos a la nariz del vino: esta es de intensidad moderada, y resalta obviamente lo frutal, siendo las notas más destacadas la fresa y el arándano rojo.

Permítanme, mis pacientes cuatro lectores, una pequeña pausa para que nos ilustremos un poco sobre la uva utilizada para este vino: la uva misión. Como pueden leer en esta liga de Wikipedia, se le conocía con este nombre porque es la que se trajeron al Nuevo Mundo los misioneros católicos desde España para elaborar el vino que usaban para las misas (y uno que otro gustito personal, que no se hagan). Es entonces la variedad europea más antigua que se plantó en América. Hace relativamente poco tiempo (en el año 2007), se descubrió mediante estudios del ADN de esta planta que en realidad esa uva es la listán prieto. Creo que a esa nomás la conocen en su casa. 

Con ese antecedente, la realidad es que son muy pocos los vinos en México —y seguramente, en el mundo— que se elaboran con esta uva, por lo que es una muy interesante oportunidad el probar este vino de Shimul.

De vuelta a la nota. En boca es un vino seco, de cuerpo muy ligero, con una viva acidez, taninos débiles y suaves, y mediana permanencia en boca. La intensidad del sabor es moderada y lo que predomina, del principio al final, es la frutilla roja. 

Es un vino balanceado y fácil de tomar; recomendable para beberse fresco en climas calurosos como el de Monterrey, o al pie de una playita —ay, papá—.

Le doy 4 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

Este vino queda muy bien al maridarlo con mariscos, como con el ceviche de camarón que expresamente preparó Elsa para acompañar este vino.

Rumorosa y ceviche de camarón


A'i nomás

Aprovechando la barbarosidad de Elsa, nos preparó —a'i como no queriendo— unas tapas de salmón  con alioli, aceitunas y tomate cherry, y otras tapas de queso manchego con jamón serrano, alioli, aceitunas y tomate.


Con el ceviche fue el maridaje que quedó mejor, pero las tapas no estuvieron nada mal.

Fue una grata experiencia, muy interesante, con un tipo de vino poco común hecho de una uva todavía menos común.


Hasta la próxima.


Rivero González Rosado | Rivero González | 2023 | México | Rosado | Seco

La última y nos vamos. Así es, mi reiterativos cuatro lectores: esta es la última nota de cata sobre un vino rosado que haré este año. Nuevamente se trata de un vino de la bodega parrense Rivero González, como la nota anterior (dar clic aquí para leerla).

Rivero González Rosado 2023

Y, nuevamente, me encuentro que yo pagué más por este vino en diciembre del año pasado al comparar con el precio con que aparece en este preciso momento en la página del productor, con quien lo encargué directamente. $110 pesotes de rebaja.

Los precios que pagué en mi pedido de diciembre de 2024

Precio actual

Pos ya qué, dijo el otro. Pasemos a la nota de cata que nos atañe.

  • Vino: Rivero González Rosado
  • Cosecha: 2023
  • Productor: Rivero González (rgmx.mx)
  • País: México
  • Región: Valle de Parras, Coahuila
  • Uvas: 100% merlot
  • % alcohol: 13.1
  • Comentarios: edad de planta: 12 años; botella número 3860 de 10000 elaboradas
  • Precio: $490 pesos mexicanos (comprado en línea con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: **** (4 de 5)
  • Disfrutado el día: 12 de octubre de 2025


Vista del Rivero González Rosado 2023

Este vino también presenta un tenue color durazno (melocotón), como el de su pariente del otro lado (el gringuito de la reseña anterior).

Pero los aromas fueron muy diferentes, pues curiosamente la nariz se inclinó hacia notas más parecidas a la piña y el durazno, lo cual se nos hizo muy extraño e interesante —en el buen sentido, claro—. Completa frutosidad en este vino.

Como buen vino rosado, es muy fresco en boca, con muy buena acidez viva. Los taninos son muy leves. Es de cuerpo ligero, y el sabor que se percibe en boca es de fruta ligeramente sobremadurada (dando nota a uva pasa). El final en boca es mediano. Nos pareció un vino balanceado.

A este vino le doy 4 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

El acompañamiento en esta ocasión fue con unos tacos de trompo, y aunque no fue el mejor maridaje, fue llevadero.


Pues ya saben, mis suertudos cuatro lectores: si quieren probar este vino, lo van a conseguir más barato que yo. Teniendo corazón regiomontano, no se imaginan lo feliz que me hace esto. ¡Uy, sí!


Hasta la próxima.


Scielo NY Rosé | Rivero González | 2022 | Estados Unidos | Rosado | Seco

Mis confiables cuatro lectores, seguimos con las notas de cata de vinos rosados —para que vean que sí les doy oportunidad— reseñando ahora otro vino respaldado por la bodega mexicana Rivero González. Digo "respaldado" porque no se elaboró en México, sino en Estados Unidos, como el vino riesling de ellos que ya reseñe con anterioridad (pueden leer esa nota en esta liga).

Sin más, pasemos a la nota de cata.

Scielo NY Rosé 2022

  • Vino: Scielo NY Rosé
  • Cosecha: 2022
  • Productor: Rivero González (rgmx.mx)
  • País: Estados Unidos
  • Región: North Folk, NY
  • Uvas: 65% merlot, 13% malbec, 13% chardonnay, 7% riesling, 2% pinot noir
  • % alcohol: 11.5
  • Precio: $470 pesos mexicanos  (por internet en la propia página de la bodega)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: *** (3 de 5)
  • Disfrutado el día: 12 de julio de 2025

Quiero empezar comentando que me llama la atención que, en este preciso momento, este vino cueste $390 pesos en la página del productor, pues yo lo compré el 16 de diciembre del 2024 (año pasado)  y me costó $470 pesos. Si no me creen, tengo el correo de confirmación del pedido. Órale, una rebaja de $80 pesotes. Bueno, continuemos.

Precio el día de hoy en rgmx.com


A la vista, se trata de un vino con tono melocotón o durazno, brillante y limpio. Se ve bonito.

Vista de Scielo NY Rosé 2022

En la nariz, nos muestra unas aromáticas y frescas notas a fresa y arándano rojo, sandía, maracuyá, jazmín y herbal.

En la boca, es un vino seco, afrutado, de cuerpo ligero, con muy buena acidez y taninos débiles. Como nosotros lo probamos en julio, que es un mes muy cálido en esta ciudad, quedó muy bien al servirlo ligeramente frío.

El acompañamiento de esa ocasión fue salmón tipo carpaccio, una pasta de cangrejo, pulpo con alioli, una tabla de quesos y aceitunas, y un jamoncito serrano que nos quedaba por ahí. Además, un baguette rebanado tostadito para armar unas tapitas. Fue un maridaje afortunado.

Acompañamiento de esa ocasión

En resumen, es un vino bueno; le doy 3 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).


Hasta la próxima.


domingo, 23 de noviembre de 2025

Raíz de Plata Rosé | Raíz de Plata | 2023 | México | Rosado | Seco

Creo que el tipo de vino menos apreciado, mis avizores cuatro lectores, es el vino rosado. Entre las listas de sugerencias de vinos para acompañar maridajes es muy raro encontrar un ejemplar rosado en ellas. Y la verdad es que estos caldos son, en muchas ocasiones, la recomendación adecuada, pues combinan la fresca acidez de los vinos blancos y la frutosidad de los tintos.

Personalmente, mi predilección es por los vinos tintos. Sin embargo, me encanta darle oportunidad a todos los tipos de vinos, como en esta ocasión.

Volvamos a Zacatecas, mis entusiastas lectores, para probar ahora el vino rosado de este productor mexicano que ya nos ha sorprendido en anteriores reseñas: Raíz de Plata.

Raíz de Plata Rosé 2023

  • Vino: Raíz de Plata Rosé
  • Cosecha: 2023
  • Productor: Raíz de Plata (raizdeplata.com
  • País: México
  • Región: Zacatecas
  • Uvas: syrah y un poco de cariñena
  • % alcohol: 11.8
  • Precio: $450.00 pesos mexicanos (directamente con el productor)
  • Volumen: 750 ml
  • Calificación Precio/Calidad: **** (4 de 5)
  • Disfrutado el día: 18 de octubre de 2025


En lo personal, me gusta saber cuáles fueron las uvas utilizadas para elaborar los vinos rosados que pruebo, pues, al igual que lo hacen en los vinos tintos, estas uvas darán unas características particulares a este. Incluso, en ocasiones se utilizan uvas blancas mezcladas en la elaboración de los rosados. 

Como los nombres de las uvas no venían en la etiqueta ni en la contraetiqueta, me puse en comunicación con los productores, Arturo Haro y su esposa Elidia, quienes amablemente me contestaron que se trataba de una mezcla en la cual predominaba la uva syrah, pero tenía también un poco de uva cariñena.

Empecemos ahora con la nota de cata. 

Vista del vino Raíz de Plata Rosé 2023

En vista, más que tener el típico color rosado o salmón, este vino parece más bien un clarete con ese tono de rojo ladrillo, bastante limpio y brillante. Si recuerdan ustedes el color del vino tinto de syrah de esta bodega (pueden ver aquí la nota y la fotografía), que era un "profundo y opaco color rojo-púrpura tirando a granate", llegamos a la conclusión de que los hollejos o pieles de las uvas tintas no permanecieron mucho tiempo en contacto con el jugo, pero sí el suficiente para dar esta llamativa coloración.

Ahora, ¿qué nos indicaba la nariz? Esto sí es clásico en los vinos rosados: frescas notas frutales, y en este caso destacaban la fresa y el arándano, de manera moderada. 

Al momento de probarlo, encontramos en boca un vino seco (no dulce), muy fresco, con una excelente acidez (otra característica de los rosados), confirmando la fresa y el arándano en los sabores. Como era de esperarse, tiene cuerpo ligero y con taninos débiles. Podemos decir que es un vino rosado de librito: bien hecho, en toda regla.

¡Ah! No lo mencioné, pero quizás lo hayan deducido ustedes, mis avispados cuatro lectores: los vinos rosados no pasan por barricas; se fermentan solo en tanques de acero inoxidable, por lo que percibimos en ellos es únicamente lo que aporta la uva.

Bueno, llegó la hora de cenar y con este vino decidimos acompañar unas alitas de pollo aderezadas con salsa picante. No quedó tan mal, pero quizás un ceviche de pescado, camarón o pulpo hubiera quedado mejor.

Alitas de pollo con salsa picosa

No nos decepcionó este vinito; al contrario, nos agradó. Le doy 4 de 5 estrellas en mi Relación Precio Calidad (RPC).

Una última recomendación sobre el vino rosado: bébanselo lo más joven posible —obviamente me refiero al vino; unos ya no nos cocemos al primer hervor—; es decir, no dejen pasar mucho tiempo entre el año de la cosecha y en el que se lo tomarán. Los vinos rosados no se elaboran para ser guardados por largo tiempo.


Hasta la próxima.


Calvin y Hobbes por siempre

Mis cómplices cuatro lectores: como quizás recuerden que mencioné en una publicación anterior (aquí está la liga), soy un fan de los cómics. De entre todos los que he conocido a la fecha mi favorito es —y por mucho— Calvin y Hobbes, de Bill Watterson.

Este pasado 18 de noviembre de 2025, esta entrañable tira cómica cumplió sus primeros 40 años de existencia.


Quienes no conozcan toda la historia de este cómic quizás no sepan que solo fue dibujado durante 10 años, culminando exactamente el 31 de diciembre de 1995. A pesar de eso, la calidad de sus dibujos y mensajes sigue tan vigente como cuando dejó de publicarse en los periódicos de todo el mundo.

Una muestra de mi colección

Así empezó todo

Qué curioso es que, como lo explicó el mismo autor Bill Watterson, la primera tira de Calvin y Hobbes se publicó en tan poquitos periódicos que ni siquiera salió en el periódico del pueblo en el que él vivía. Pero en unos pocos años estaría en todo el mundo traducido a diferentes idiomas.

La primera tira

Esta es, al parecer, la única foto conocida de Bill Watterson, cuya personalidad nunca lo llevó a buscar los reflectores ni a llamar la atención. Él solo quería dibujar (lo que le encantaba) y que los dejaran en paz a él y a su creación: Calvin y Hobbes.

Bill Waterson en 1986

Sabemos que el de la foto es efectivamente Bill Watterson, porque él mismo se dibujó al menos en dos ocasiones; en una de ellas, irónicamente, como si tratara de taparse la cara para conservar su tan preciada privacidad.






La lucha por defender su creación

"Si es un cómic tan famoso como dices, ¿por qué no hemos visto ningún producto que tenga la imagen de Calvin o de Hobbes o de ambos, como sí los hay de Snoopy y Garfield?", quizás sea algo que se estén preguntando, público curioso e inquisidor. La respuesta es sencilla: durante años Bill Watterson, el papá de Calvin y Hobbes, luchó en los tribunales para conservar los derechos de su tira cómica, de tal manera que los personajes se mantuvieran únicamente donde él sabía que iban a funcionar: en la tira cómica.

"Calvin and Hobbes was designed to be a comic strip and that's all I want it to be. It's the one place where everything works the way I intend it to". —Bill Watterson

Al igual que en varios de sus libros de compilaciones, en el documental Dear Mr Watterson (pueden ver el trailer aquí abajo) se explica todo el proceso y desgaste que implicó esa lucha legal.



[Hey, psst. Si gustan ver el documental completo, al día de hoy lo encuentran en esta liga].

Como se podrán imaginar, mis siempre inteligentes cuatro lectores, Bill ganó la disputa y esa es la razón por la que no vemos a sus entrañables personajes en productos de comercialización masiva. Lo único que permitió el autor es que se reeditaran sus tiras en compilaciones impresas, de pequeño o de gran formato, y en una página de internet (más adelante les puse la liga). Calvin y Hobbes se mantendrían en casa.

Claro, eso no ha impedido que algunas personas hayan elaborado productos no oficiales que nosotros, los verdaderos fanáticos (de hueso colorado, como decimos en mi tierra) deseemos adquirir, además de los productos oficiales, como la colección completa de Calvin y Hobbes en el idioma original, el inglés.











Sin olvidar la gran cantidad de calcomanías (pegatinas o stickers) ilegales con la imagen de un Calvin meón que está orinando sobre el logotipo del equipo deportivo odiado. Personalmente, la utilización de esa imagen me parece repulsiva y reprobable. Nunca tendría una de esas.

Su influencia en mi vida

A diferencia de Garfield, una historieta muy sencilla que busqué y leí muchas veces desde pequeño, en Calvin y Hobbes las tiras no presentaban únicamente temas  entretenidos y comunes como no querer ir a la escuela o hacer la tarea, o las emocionantes vacaciones y las aventuras que se inventaban, el pleito con su inteligente vecinita y compañera de clase, etcétera. Bill Watterson también tocaba temas más profundos e íntimos. Cómo olvidar aquella tira (normalmente duraban de lunes a sábado) donde se encontró un pequeño mapache enfermo en el campo, introduciendo así el tema de la muerte, esta siempre inquietante e injusta.




O cuando aprovechando una tira dominical (cuyo formato Bill Watterson rediseñó, cambiando la manera de hacer cómics —como bien se explica en el documental mencionado antes—), creó una de las más hermosas series de viñetas para expresar su propio dolor cuando perdió a su gatita Sprite, quien le sirvió de inspiración para muchas de las actitudes felinas que plasmó en Hobbes.



Por supuesto, leer toda la serie de esta grandiosa historieta me motivó a hacer dibujos de estos amados personajes.





Pero creo que su mayor influencia en mi vida tiene que ver con la alegría de vivir, de divertirse; con nunca perder la capacidad de asombro; con la amistad, la camadería, la complicidad; la confianza de contarle a tu mejor amigo cómo te sientes, escuchar sus consejos que quizás no te gusten. Y, por supuesto, la ironía y el sarcasmo de Hobbes es magistralmente sublime.





Pero otra cosa muy importante que aprendí fue del propio autor, Bill Watterson. Él tenía bien claro lo que quería para su creación. No lo veía como un simple producto. Aunque hubiera ganado una inmensa cantidad de dinero cediendo los derechos de uso de sus personajes (imagínense: loncheras, playeras, gorras, tenis, calcetas, cuadernos de colorear, calendarios, figuritas en la caja feliz de McDonalds, juguetes, videojuegos y un interminable etcétera), para él eso no era lo más importante. 

Aprendí que la integridad y los valores no son negociables. No todas las personas tienen un precio. Y eso es algo que admiro de este noble dibujante, y me he propuesto imitar —ya antes me han ofrecido monetizar mi blog; no, gracias—.

Han sido muchísimas las lecciones de vida aprendidas.

 La conclusión

Finalmente, como ya mencioné antes, el 31 de diciembre de 1995, estando en la cúspide de los cómics del mundo, se publicó la última tira de Calvin y Hobbes.

La última tira de Calvin y Hobbes


Nuevamente, con gran maestría, el señor Watterson aprovechó una tira dominical (disfruten de cómo rompe con el formato tradicional de puros cuadros) para entregar su mensaje final, en el cual nos invita a todos a iniciar una nueva etapa con ojos de aventurero, dejando atrás lo familar, usando una preciosa analogía: "¡Es como tener una gran hoja de papel en blanco para dibujar en ella!", dice Hobbes.

Les revelo íntimamente, mis apreciados cuatro lectores, que esta última imagen me ha inspirado cuando he tenido que dejar atrás algo que me ha sido conocido y habitual por un largo tiempo, pero cuyo final ha llegado. Así pues, mientras te encuentres con tu mejor acompañante a tu lado, sin miedo "¡vamos a explorar!".

Antes de concluir, quiero compartirles la liga para leer legalmente las tiras de Calvin y Hobbes en español (dar clic aquí), o si desean leerlas en el idioma original, Calvin & Hobbes en inglés (dar clic aquí).

Deseo que disfruten de la mejor tira cómica de todos los tiempos, según mi opinión. Y que encuentren la alegría y la inspiración que necesiten.

Hasta la próxima.



sábado, 15 de noviembre de 2025

Reencuentro en el Salón Pezina

Quizás estén de acuerdo conmigo, mis queridos cuatro lectores, en que hay pocos momentos que son tan ansiados y tan celebrados como encontrarse nuevamente con buenos amigos y camaradas, tras un buen tiempo (probablemente, varios años) de no vernos en persona. Por supuesto, hoy existen medios electrónicos que nos permiten desde intercambiar mensajes hasta vernos mediante una videollamada, pero nunca de los nuncas será lo mismo que recibir con un amistoso apretón de manos y un fuerte abrazo a tus camaradas. Y así, de frente, poder echar una buena platicada para ponerse al día de lo que ha sucedido durante este tiempo.

Pues hace unos meses, en mayo para ser exacto, los planetas se alinearon y acordamos un reencuentro entre cuatro camaradas que habíamos llegado a conocernos al tener una afición en común: disfrutar de una buena cerveza. Y es que nuestro grupo es tan hetereogéneo o diverso, que te hace pensar: ¿de qué otra manera hubiéramos coincido dos estudiantes de Ingeniería, un diseñador gráfico, dos moneros e ilustradores y un licenciado en ciencias computacionales? Ni el multiverso de Marvel se atrevió a tanto.


Meses de noviembre de 2011 (arriba) y 2012 (abajo)
en casa del Mudo Vzz

Aunque la alineación no estuvo completa, al menos cuatro de los integrantes originales hicimos los planes para reunirnos: el buen Guffo Caballero (@guffocaballero), el Mudo Vzz (@elmudolb), el jocoso maestro cervecero Eslem Torres (@incervesio y @eslemtg) y yo.

El lugar de encuentro pactado fue el Salón Pezina, cuya nominación fue sugerida por el Mudo y apoyada de manera unánime por el resto de los convocados. "Una belleza de cantina", fue como la describió, y añadió: "Dile a la tía Irma que vas de mi parte", dejando ver la familiaridad del Mudo con una de las dueñas de este salón tan tradicional de Monterrey.

Quiero hacer una breve pausa para aclarar que esta no pretende ser como una de las magníficas reseñas de cantinas regiomontanas que el buen Guffo publicó en su blog. Si gustan leerlas, pueden dar clic en este enlace.

Llegado el lunes 5 de mayo, me dirigí al cruce las calles Arteaga y la diagonal Asarco, en Monterrey. Sorprendentemente, el tráfico fue benévolo y llegué mucho antes de lo planeado, así que entré a esperar a los demás.

El tradicional Salón Pezina, ni más ni menos

Como diría la raza: llegué a barrer, pues era el único parroquiano en ese momento. La tía Irma (como cariñosamente llaman a una de las dueñas del salón e hija de Julián Pezina, su fundador), me saluda y me invita a pasar. La calidez de su bienvenida —que contrasta con la estereotipada imagen del cantinero rudo tras la barra gruñendo qué va a tomar— al instante me hace sentirme cómodo y dirigirme a la barra. De la variada lista de cervezas que hay disponibles le pido una Carta Blanca; me destapa una botella bien heladita y me la entrega acompañada de su correspondiente botanita de cacahuates y fritos, faltaba más. ¡Ajúa! 

"Un poco de cerveza apagará el fuego"

Mientras espero a los demás bebiendo mi cerveza, me pongo a observar con suma atención la decoración de este lugar, bien limpio e iluminado, y no puedo más que pensar: ¡Chulada de maíz prieto, i 'ñor! Qué bueno es poder disfrutar de lugares como este todavía.

Aunque un poco de modernidad se nota en este sitio...


...en otras partes parece que el tiempo se detuvo

La tía Irma se me acerca para platicarme la interesante historia de este salón, fundado por su papá, al cual no se le permitía la entrada a las mujeres... ¡incluidas ellas! Me confiesa que, al principio, fue un gran conflicto para su hermana y ella el hacerse cargo de este negocio, pero no lo iban a dejar caer.

También me cuenta que el cronista regiomontano David Canales Martínez (soynorestense.com) ya va a incluir a esta cantina en la segunda edición de su libro Ruta del olvido. Entonces, ella saca unas hojas que el propio David Canales le dejó y que contiene un borrador del texto que le dedicará a este nostálgico lugar. Mientras la escucho leerlo, doy un sorbo a mi Carta y me alegro de saber que prontamente el autor reparará esta omisión de la primera edición de su obra. Para mis adentros —y con una sonrisa en los labios— brindo por él.

Cuando la tía Irma termina su lectura, le pregunto sobre este letrero que cuelga de la pared y que realmente me intriga: ¿a poco en aquellos años vendían cervezas de Cervecería Cuauhtémoc y de Modelo? Efectivamente, así era. Resulta que su papá aprovechaba que por la ciudad pasaban algunos traileros de la Modelo y él les compraba algunas cajas para poder ofrecer a sus clientes productos de esa cervecería también. ¿Qué tal?

Antes de la maldita exclusividad:
las cervezas de la Cuauhtémoc (hoy Heineken) y la Modelo juntas

Terminaba de explicarme cuando llegó el segundo convocado: el buen Guffo Caballero. Hizo lo propio al pedir una Carta Blanca a la tía Irma, mientras echábamos la platicada para ponernos al corriente sobre qué habíamos hecho en estos más de diez años de no vernos en persona.

Con el buen Guffo en el Salón Pezina

Por supuesto, entre otros temas, hablamos del premio que ganó y fue a recibir hasta el Palacio de la Paz, en la Haya, Países Bajos. "Y todo por un dibujo", como él mismo tituló un artículo de su blog (liga aquí), al cual le siguieron dos artículos relacionados más (liga aquí y también aquí). Un gustazo poder estar compartiendo este momento con él.

En eso, llegó el tercer convocado: el Mudo Vzz. Cabe aclarar que así es como  el estimado firma sus obras, las cuales comparte en su cuenta de Instagram @elmudolb.



Con las Cartas sobre la mesa —tres en total—, continuamos la sabrosa conversación, en lo que esperábamos a que el último invitado se manifestara. El acontecimiento se estaba desarrollando mejor de lo imaginado.

El Mudo y el Guffo: calentando motores

Por fin, llegó el último de la noche: el jocoso Eslem Torres, quien no desentonó y pidió su Carta Blanca también. Ahora sí, nos dirigimos a una mesa para poder seguir más cómodamente con la interesante plática, ahora más aderezada de anécdotas y experiencias cerveceras, cortesía de Eslem y del Mudo, quienes han invertido mucha de su pasión, así como tiempo y dinero en ese embriagante mundo de la cebada fermentada. Hasta concursos internacionales de cerveza se han logrado traer a Monterrey. ¡Échate ese trompo a la uña!

Ahora sí, la alineación planetaria se había consumado. ¡Aleluya! Para que no cupiera la duda, la foto del recuerdo era necesaria y el buen Guffo tuvo a bien captar este momento para la posteridad. A ver, todos, digan "cheve".

No es lo mismo los cuatro mosqueteros que diez años después

Como me imaginé que les ganaría la curiosidad de saber cuál es la frase que forman los nudillos del Mudo (ya los conozco, mis intrigados cuatro lectores), he aquí un acercamiento para que se aprendan este mantra.

More beer! parfavar

Como ya estaba inquieta la Chavela, pedí un cortadillo para echarle algo a la bodega (como llamaba al estómago el Piporro). Debo decir que estaba buenísimo el sazón del platillo, con lo cual el Salón Pezina cumple la máxima de que la comida de cantina es sabrosa.

Pa' dentro que están cenando

El platillo y sus tortillas fueron sagradamente consumidos, así como otras rondas de cerveza mientras la animada plática se desenvolvía de la manera más natural. Lo he dicho antes: existen personas con las que te llevas tan bien que pareciera que apenas dejaste de verlas ayer, aunque en realidad hayan pasado años. Tener camaradas de sangre ligera es una bendición.

Pasado el tiempo, su servidor tuvo que retirarse dejando al Guffo, al Mudo y a Eslem conversando de lo lindo. Tras un fuerte abrazo con los aludidos, me despedí de la tía Irma y su hermana Linda—quienes estaban atentas viendo el Telediario— y dejé el Salón Pezina, con una gran sonrisa en la boca por esa gratísima experiencia.

Espero que los planetas vuelvan a alinearse de nuevo para tener otro de estos reencuentros, que sin duda alegran el corazón como pocas cosas pueden hacerlo.

Postdata.-

Cuando aún estaba revisando la redacción de este artículo, llegó el libro que estaba esperando: Ruta del Olvido (2da edición), del cronista David Canales Martínez. Y, con gran satisfacción, pude comprobar que ya incluye a este entrañable lugar: el Salón Pezina.





¡Bien hecho, David Canales, por cumplir su palabra! 


Hasta la próxima.