Escribo este artículo, mis queridos cuatro lectores, mientras escucho el disco "Let Them Talk" de Hugh Laurie, un blues sabroso con mezcla de nostalgia, alegría y reflexión. Y es que hoy inicio esta sección In memoriam, con este texto dedicado al Maestro —con m mayúscula— Sandro Cohen, a quien no tuve la fortuna de conocer en persona —habría sido un verdadero agasajo, como dice mi querido amigo Kike—.
Sandro Cohen 27/Sep/1953 - 20/Nov/2020
Pero tuve la fortuna de conocerlo, primero, a través de su magnífico Redacción sin Dolor, el blog... , un blog en que, de manera por demás generosa, compartía su gran conocimiento sobre la redacción a quienes queríamos mejorar en este aspecto tan importante —y desestimado— de la escritura.
Pero, la generosidad y amabilidad que destilaba —como un buen vino— no se limitaban a su blog, o, sin duda, a la cátedra que impartía a sus alumnos, sino que se notaba en el tiempo que se tomaba al responder a los correos y comentarios que sus ávidos lectores le enviábamos, incluido quien esto escribe y suscribe.
Les quiero compartir a continuación, un par de las interacciones que tuve con el Maestro Cohen, mediante correo electrónico, acerca de cómo escribir correctamente el nombre de las uvas y el de las regiones vinícolas.
Pueden dar clic en las imágenes para ampliarlas.
Respecto al nombre de las uvas.
Respecto al nombre de las regiones.
Y, en la red social Twitter (ahora llamada X), también tuvimos varias interacciones. Únicamente guardo una de ellas, pero la atesoro junto con los correos que intercambiamos.
Esa fue la segunda manera en que conocí al Maestro Sandro Cohen.
Y, la tercera manera, ha sido a través de los libros que publicó.
El primer libro de Sandro Cohen que compré.
He ampliado mi acervo cultural con los demás libros que escribió él, e incluso su hija Yliana, que llegó a colaborar con él en algunos de sus libros.
Tesoros de mi biblioteca.
Si les gusta como a mí, aprender cómo redactar bien, les invito a leer los libros del Maestro Sandro Cohen. Como bien dice su libro más famoso, aprenderán sin dolor, de una manera amena y clara.
Sin embargo, como él mismo escribió en su libro "Guía esencial para aprender a redactar", en el capítulo 2 titulado "Lo oral y lo escrito: lenguajes emparentados pero diferentes", página 19:
"El escritor se encuentra en franca desventaja ante quien se comunica oralmente, pero posee un arma secreta: las palabras escritas permanecen*, mientras que las pronunciadas en voz alta se las lleva el viento".
*Negritas puestas por mí.
Muchísimas gracias, Maestro Sandro Cohen, por enseñarnos, no sólo a usar esta arma secreta, sino por animarnos a dos cosas: la primera, formar con pasión un gran arsenal con nuestros propios escritos, y, la segunda, dejar el egoísmo a un lado y compartir gustosamente lo que hemos aprendido de cualquier tema con quien quiera leerlo, por ejemplo, en un blog.
Por último, quiero dejarles a continuación un video de una breve entrevista que le hicieron. Que la disfruten.
Gracias por tu comentario. Este será revisado, y en caso de pasar un estricto control de calidad (jajajaja, hasta yo me la creí), se decidirá si pasa a la catafixia (donde puede mejorar o empeorar, no lo sabemos). Si eres un bot, ni lo intentes. Si no lo eres, pero quieres serlo, busca ayuda amigo(a). Ahora sí, adelante, Shakespeare.
Que chulada, amigo mio.
ResponderEliminarAsí es, mi estimado Neftalí. Una bendición coincidir con personas de ese calibre. :-)
ResponderEliminarAprender es un placer.
ResponderEliminarUn día en que aprendes algo nuevo es un día bien aprovechado. ;-)
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