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Foto cortesía de AmramR. |
"¿Vinangelización? Nunca antes había oído esa palabra. ¿En realidad existe?", quizás se pregunten, mis siempre aguzados cuatro lectores. La verdad, es que es un término que personalmente he acuñado, de manera juguetona y picaresca, amalgamando las palabras vino y evangelización, para referirme a una labor autoimpuesta que tengo ya algunos añitos realizando: organizar catas para amigos que quieren aprender a apreciar el vino.
Es sumamente gratificante ver cómo los participantes se van sorprendiendo al ir descubriendo, poco a poco, que ellos tienen la capacidad de distinguir diferencias, y ver como pasan de pensamientos tales como "el vino huele a vino" y "todos los vinos saben igual", a decir "¡este huele diferente!", "¡sí huele a cuero!", "¡ahora ya me parece diferente el primer vino al comparar con los otros dos!". Ser testigos de cómo abren los ojos desorbitados al mismo tiempo que se les dibuja una sonrisa en su rostro, como decía aquel comercial, no tiene precio.
¿Qué les puedo decir? Me encanta enseñar a personas que realmente aprecian lo que quieren aprender. Me fascina hacerlo. Como diría el meme: vinangelizar es mi pasión.
Ustedes también pueden armar sus cata de vinangelización. En esta liga encuentran el artículo que escribí sobre cómo armar las suyas.
Por supuesto, dos elementos que nunca faltan en mis catas son la decencia y el decoro. Quienes han asistido a alguna lo pueden constatar.
Dice el buen libro que hay que hacer todo de forma digna y ordenada, y estoy totalmente de acuerdo.
No nos vaya a pasar como a Homero Simpson.
Para finalizar, unas pocas fotos del recuerdo con buenos amigos ya conversos, tras ser vinangelizados, je je je. Bueno, algunos ya traían experiencia acumulada.
Hasta la próxima.
Ja ja ja ja... El Homero. Todo con decoro para el buen disfrute.
ResponderEliminar¡Saludos, Rafa!
E.B.
Cultivar es satisfactorio, y no solo aplica a plantas...
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