domingo, 6 de abril de 2025

¿Y dónde están las rubias?

Y no precisamente con la canción "A Thousand Miles", de Vanessa Carlton como fondo, es que escribo este artículo, mis cuatro lectores. Más bien, estoy escuchando al grupo Sontas en Spotify, mientras me pregunto: ¿y dónde están esas rubias, voluptuosas, intensas, alemanas? Me refiero a las buenas botellas de vino blanco de Alemania, que nomás no llegan a México ni por equivocación.


Cata privada con Daniel Pérez Whitaker

Tuve la fortuna de estar presente en una cata impresionante de vinos riesling que Daniel Pérez Whitaker, un mexicano avecindado en Suiza, tuvo a bien compartirnos a un grupo de entusiastas del buen vino.

Esos vinos de Alemania, Austria y Alsacia eran unos monstruos —en el buen sentido—; tanto, que antes de probarlos, ¡ya llevaban tres horas decantados!


Impresionantes vinos riesling europeos.

Fue una experiencia increíble, pero que en México sólo se puede tener cuando alguien tan generoso como Daniel se toma la molestia de traer desde tan lejos estos deliciosos vinos.

Y es que, aquí en México, lo más común que se consigue son los vinos súper sencillos de Alemania de botella color azul (Liebfraumilch) y el de botella color hoja seca (Oppenheimer).

Vinos alemanes muy sencillos

En la entrevista con don Carlos Villarreal (publicada aquí), él me contó que sí llegaban a Monterrey buenos vinos alemanes, pero de repente, desaparecieron. ¿Por qué? Bueno, en este audio les comparto su teoría. Sólo denle play.


Sea cual sea la razón, es una lástima ya no conseguir buenos vinos alemanes.

Si tienen la oportunidad de viajar a Europa, aprovechen la oportunidad de probar los vinos allá. Quizás, esa oportunidad no se les vuelva a presentar.


Gracias a Daniel por esa grandiosa oportunidad, en la que aparte hubo una convivencia de lo mejor en el restaurante Pangea.



Salvador Costa y Daniel Pérez Whitaker


Con el buen Daniel


Hasta la próxima.



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Ahora sí, adelante, Shakespeare.